DEMO MAGNOLIA: un oasis sensorial en pleno centro de Santiago


Hay lugares que despiertan los sentidos y quedan grabados en la memoria. DeMo Magnolia es uno de ellos con una propuesta refinada, auténtica, cercana y sin pretensiones. 




Situado en el primer piso del Hotel Boutique Magnolia (reconocido en cuatro ocasiones consecutivas como uno de los 20 mejores hoteles de Sudamérica por Condé Nast Traveler), este espacio combina elegancia y una cálida iluminación que, junto a un encanto atemporal, crean el escenario perfecto para un momento único e inolvidable. Liderado por el chef Pedro Chavarría (dueño también del restaurante DeMo en el barrio Franklin de Santiago) junto a su equipo diseñan una propuesta gastronómica donde la precisión y la sutileza son los grandes protagonistas.

Ofrecen dos opciones de menú de degustación cuidadosamente estructurados ($75.000 el de 9 tiempo y $50.000 el de 5 tiempos). El menú de 9 tiempos incluye cuatro snacks, cuatro platos y tres postres (destacamos sólo algunos para mantener el resto en secreto y así vivas la experiencia por ti mismo).  En cuanto al maridaje, nos presentan dos opciones: uno en base a 5 cepas de vinos ($40.000) y uno sin alcohol ($25.000) que incluye infusiones y bebidas fermentadas de elaboración propia.   

Es importante señalar que aunque el menú es el mismo en cada servicio, es posible adecuarlo a las restricciones alimentarias de cada cliente siempre que se informe con antelación.

La experiencia inicia con un pequeño sándwich de pan brioche, relleno de seitán (originalmente lomito de cerdo) y salsa ssamjang, decorado con finas láminas de rábano encurtido. Se acompaña de un crocante elaborado a partir de una reducción de fondo de vegetales (reemplazando a un caldo de manitas de cerdo) y unos toques de mayonesa de cilantro que aportan frescura, servido con parte del mismo fondo para potenciar su sabor.

Después de los tres snacks llega la primera entrada: berenjena en salmuera durante 24 horas, acompañada de un mix de cebolla, cebollín, jengibre, soja y hongos oreja de Judas. La preparación se corona con una delicada espuma de queso manchego. A simple vista parece minimalista, pero concentra los matices dulces, lácteos y ligeramente a nuez del queso, fusionados con la textura suave y el carácter terroso de la berenjena.



La experiencia continúa con un pulpo macerado en salsa tare (en su versión original servida con pato), cocido al vapor para conservar su ternura y luego sellado en la plancha para aportar un toque ahumado. Lo acompaña una sedosa salsa de mantequilla con ají amarillo fermentado y limón que realza el sabor umami del pulpo, hojas de capuchina que dan un frescor sutil y pan de masa madre dorado en mantequilla que añade crocancia. La combinación de sabores es envolvente y crea un plato que se disfruta hasta el final.

En cuanto a los postres, sin duda destaca el flan de queso con tierra de avellanada chilena y flores Allysum. Su textura cremosa se deshace en la boca. La tierra de avellana añade un toque crujiente y tostado, mientras que las flores Allysum aportan un matiz aromático delicado. Un postre que no sólo conquista por su presentación, sino también por dejar una huella inolvidable en el paladar.



El maridaje, audaz y equilibrado, potencia cada bocado creando un juego de contrastes y armonías que elevan la cena a otro nivel.

Entre las opciones libres de alcohol se encuentran una infusión de té blanco (con frutos rojos) y una chicha de maíz morado (con canela, naranja y anís estrella), pero el Tepache (bebida mexicana elaborada con cáscara de piña fermentada) se convierte en el protagonista destacando por su frescura. Su acidez y leve dulzura se equilibran perfectamente con la suavidad de la berenjena y la espuma de queso manchego. Por otro lado, cuentan con una selección de vinos chilenos e internacionales, destacando el Fattoria Ródano 2020 (Chianti Clásico). Este vino logra realzar la textura y el sabor umami del pulpo además de equilibrar la intensidad de la salsa tare, redondeando el maridaje de manera excepcional.

Este viaje termina de manera elegante y bien pensada con la opción de disfrutar de un té rojo o un café de grano colombiano tostado, acompañados de tres Petit Four que dan el toque final perfecto a la sobremesa.



El servicio a cargo de Macarena Ossandón destaca por su calidez, garantizando una atención sofisticada pero fluida y cuidada en cada detalle, mientras que el equipo de cocina a cargo del chef Sayil Guerra convierte cada bocado en un juego de técnicas, texturas y temperaturas que resaltan y respetan cada ingrediente.

En definitiva... su propuesta gastronómica es sorprende, expresando en cada plato un perfil de sabores complejos. Si buscas una cena que trascienda lo habitual, Demo Magnolia es la elección perfecta. 

 


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¡Nos vemos en la próxima mesa!

 

DeMo Magnolia. Huérfanos #539, Santiago. Martes a sábado 19:00 / 20:00 / 21:00 horas. Para conocer más sobre su nueva propuesta, técnicas y novedades visita su perfil de Instagram @demo.magnolia o la página web del hotel https://hotelmagnolia.cl/demo/ .


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